Todos los empleados han pasado por la etapa en la que creen que deben recibir un ascenso o por qué no, un aumento de sueldo. Por su parte, los cambios de mentalidad y paradigmas del mercado laboral han hecho a un lado a la fidelidad de los empleados y ha conseguido que la gente se trace nuevas metas o caminos en sus carreras.
En vez de decir adiós, puede ser un buen momento de sentarte a la mesa y renegociar tus condiciones de trabajo. Aquí algunas recomendaciones dadas por expertos sobre cuándo y de qué forma pedir un incremento salarial:
Que sea ganar-ganar
A todo trabajador le encantaría ganar más dinero. Pero lo que el empleado desea no siempre es lo mismo que le acomoda a su superior. Debes negociar de manera en la que ambas partes salgan ganando. No lo olvides, nadie es indispensable. Entonces, evita la mentalidad de que tienes las de ganar.
Es verdad que las organizaciones quieren que su talento esté feliz, comprometido y sea más productivo. Igualmente, el recurso de los salarios es el resultado que los empleados dan a sus jefes. Aumenta el valor de esos recursos para mejorar tu posición para negociar. ¿Qué tienes para ofrecer?
Reflexiona… cantidad vs. calidad
La cantidad de horas laborales no son la razón de una subida de sueldo o de una promoción. Tus tareas durante ese tiempo es lo que más pesa. ¿Qué se puede hacer para apalancar los frutos que la organización necesita? El cansancio nunca es una buena estrategia. En cambio, trabajar inteligentemente es tu mejor carta.
Irresponsabilidad financiera
Las finanzas personales de los empleados son una responsabilidad individual. Las empresas no tienen que resolver los problemas que cada uno tenga con la renta ni dar bonos o recompensas por antigüedad. No puedes pedir un aumento de salario porque no has sabido manejar tus ingresos.
Existe un acuerdo de ambas partes en los contratos: ¿cuál es la parte del trato del empleado? Céntrate en lo que aportas, en tus resultados, cómo estás sumando a la empresa y podrás cambiar ese sueldo.
Deslealtad
El rendimiento de un empleado es la mayor justificación de un aumento. No amenaces con abandonar la empresa para hacerte notar o demostrar lo que vales, aunque al final sí estés dispuesto a dejar tu puesto si no lo consigues. El empleado debe enfocarse en su aportación y explicar qué beneficios traerá su ascenso a la compañía.
Tampoco utilices propuestas laborales de otras empresas, esto puede generar recelo y dar un mensaje equivocado a tu superior: que en cuestión de tiempo partirás de la empresa. La lealtad es clave, no se puede desechar como parte de la estrategia en una negociación.
Hablemos de números, ¿cómo va la empresa?
Solicitar un incremento sin un conocimiento concreto de los rendimientos y resultados de la organización puede interpretarse como indiferencia o falta de empatía, y en algunos casos de interés. Debes saber si la empresa tiene los medios y estructura para soportar una petición de este calibre.
A tener en cuenta: Previo a solicitar el aumento, hay que transformarse en una persona que lo merece. No quiere decir que seas el empleado del año, pero sí hay que demostrar las cualidades y conseguir las metas de quien labora por el salario que se pide. Trabajar por los intereses de la compañía. Asegurarse de que lo que se pide se justifique en un valor y tenga fundamentos.
Sabiendo esto, ¿es el tiempo correcto para pedir un aumento en la empresa que trabajas? Cuéntanos tu opinión en redes sociales, Nower.